Hija de la ciudad costera al este de Taisteila, Riba. Creció en una familia de pescadores y a los dieciséis años tuvo la suerte de conocer a Jarkra, uno de los Maestros de la Sociedad del Trébol. Este enseguida pensó que su instinto se había equivocado al elegirla a ella como aprendiz, pues no veía ninguna aptitud en ella. Zarosetta era serena y ignorante y tenia un comportamiento ausente respeto al resto de personas. Pasaba mucho rato sola en la playa, recogiendo caracolas mientras cantaba canciones inventadas.
Jarkra sin embargo, jamás abandonó. Creía ciegamente en el la metodología de la sociedad y trató de instruirla lo mejor que pudo. En diez años Zarosetta se convirtió en una luchadora con un potencial que no pasaría desapercibido en la Sociedad del Trébol. Jarkra pertenecía a la Escuela del Sur, y poseía una jabalina y un puñal de la maestría. Eran dos armas bastante diferentes, que pocos asesinos de la escuela habían dominado.
Zarosetta fue convocada a las pruebas del año 5352. Cuando entendió que tendría que matar o morir para pasar a recibir ordenes de la cúpula dirigente de la sociedad, algo cambió en Zarosetta. Pasó las pruebas batiendo la mayoría de los récords en los ejercicios que requerían poca técnica. Además acabó a su enemigo en cinco segundos, sorprendiendo incluso al Pétalo presente. Pero a ella nada le importaba más que poder volver cuanto antes a su casa. Jarkra trató de detenerla y convencerla de que el futuro que le esperaba era mucho mejor, pero cuando se interpuso físicamente en su camino, Zarosetta lo combatió sin miramientos. El combate fue rápido y no llamó la atención pues sucedió en plena noche. Jarkra murió desangrado, sin conseguir alcanzar a su aprendiz en un solo golpe.
Zarosetta se escabulló entonces hasta Riba y vivió de la pesca como si nada en su vida hubiera cambiado jamás. Siguió viviendo el día a día como a ella le gustaba. Pasearse por la playa, buscar caracolas y cangrejos entre las rocas y pescar pulpos y peces con su jabalina. Sus padres trataron de casarla con alguien. Incluso le dejaron elegir a ella. Pero Zarosetta estaba hecha para estar sola y harta de las presiones de su familia, se marchó al norte, hasta la desembocadura del río Kopea, que delimitaba la frontera entre Taisteila y Sartoia. Aquella rica zona había presenciado el crecimiento de una rica y prospera ciudad, pero ahora no quedaban más que ruinas debido a las intensas guerras entre los dos países. Allí, Zarosetta se las arregló para construirse una cabaña y vivir tranquilamente.
Mucha gente se olvidó de ella, pero la Sociedad del Trébol jamás se olvidaría de ella.
Tan ignorante e inocente como siempre había sido, finalmente gente que la había visto a ella y sus mortíferas armas extendieron el rumor de que una asesina moraba en esas tierras. Los rumores llegaron antes a oídos de Nirhû. Quien la visitó y trató de convencerla que se uniera a él. Siendo imposible convencerla, Nirhû volvió a Kyukai, donde después de ponerse al día sobre lo ocurrido en la ciudad y el desmantelamiento de la red de espías de Ayesha Asaido y la Sociedad del Trébol, se reunió con Heiko y le aconsejó viajar hasta la desembocadura del río Kopea para mantenerse a salvo de las miradas de su enemigo.
Meses después Heiko y Zarosetta se conocieron. Heiko tenia instrucciones de mantenerse cerca de ella y protegerla de la sociedad, así que se limitó a cumplir ordenes. Los dos tenían un talante muy parecido, con lo que se respetaban mutuamente y no se molestaban. Nirhû y Heiko sabían que pronto se presentaría alguien de la sociedad en aquellas tierras para verificar los rumores.
Fue durante una calurosa noche de verano, cuando Zarosetta estaba sentada en la playa mirando las estrellas cuando recibió un flechazo intencionadamente dirigido a su brazo derecho. Asustada pero decidida a protegerse, se levantó dándose la vuelta y desenvainando su puñal de cristal azulado con la mano izquierda. Como cualquier asesino de la sociedad, podía manejar armas con ambas manos. Sin embargo, Grom la había estado observando en su examen y sabia que tenia más fuerza en el brazo derecho, por eso habían elegido al arquero para la misión. Zarosetta en ningún momento se acordó de Heiko. Por eso se creyó perdida al ver que Grom había venido con otro hombre, un eglarfôrfiano de más de dos metros, con una armadura que lo convertía en un hombre de acero. Era Khamga, un hombre de la Escuela del Norte. La sociedad había decidido que Zarosetta era demasiado peligrosa incluso para uno de los más experimentados maestros arqueros de la sociedad. Algo que ofendió a Grom, quien tenia intención de acabar con ella antes de que Khamga pudiera ser de utilidad.
El Duelo en la Playa no fue precisamente rápido. Heiko Roa entró en acción rápidamente y el igualado combate se extendió durante unos largos 23 minutos, que terminó con la muerte de Khamga y la huida de Grom.
Zarosetta le agradeció la ayuda a Heiko, pero este, afectado por el calor y la oscuridad, trató de matarla al no poder convencerla de que uniera a su grupo para derrocar la sociedad. Después de recibir otras varias heridas graves, Zarosetta se arrojó a las oscuras aguas del río y escapó.
Jamás se supo de ella.